En el tratamiento de casos con las Flores de Bach no se presta ninguna atención a la
naturaleza de la enfermedad, sino al avance de la salud. Todos sabemos que la misma
enfermedad puede tener efectos diferentes en personas diferentes; sin embargo, no todos
comprenden que son los efectos los que necesitan ser tratados, porque son ellos los que nos
guían hacia la verdadera causa de la enfermedad.
La mente, por ser la parte más delicada y sensible del cuerpo, muestra el principio y el
desarrollo de la enfermedad con mayor exactitud que el cuerpo; por lo tanto, es el estado de
la mente el que debe ser elegido para determinar qué remedio o florales son necesarios.
Durante la enfermedad se genera un estado de ánimo distinto del que se experimenta
habitualmente, y las personas observadoras, con frecuencia pueden darse cuenta de este
cambio antes –y algunas veces largo tiempo antes – de que surja la enfermedad, anticipando
el tratamiento, de forma de evitar su aparición. De la misma forma, cuando la enfermedad ya
ha estado presente por algún tiempo, también será el estado de ánimo del paciente el que
deberá servir de guía hacia el remedio correcto.
No presten atención a la enfermedad en sí; piensen únicamente en la perspectiva y el punto
de vista que la persona angustiada tiene de su propia vida.
En este libro se describen de modo sencillo y comprensible 38 estados emocionales, y no
habrá dificultad, para uno mismo o para otros, en encontrar ese estado –o combinación de
estados – que nos afectan, y así ser capaces de indicar los florales requeridos para la curación.
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